23 nov 2008

Aprende a pedir



Veía su mirada lejana, con su taza de té, cómo era habitual en ella, algo le rondaba por la cabeza, le miraba y sabía que en cualquier momento se vería sorprendida, sabe que no puede engañarme…y a pesar de estar cerca de ella la sentía lejana, le chisté schhhh schhhh y me miró.

Le pregunté:- qué te pasa?
Cómo normalmente siempre decimos nada, o qué estamos bien…

No sabía nada de alguien cercano a ella, no tenía forma de saber de él, poco a poco aflojaba cuerda, le dije que lo llamase si estaba preocupada, y cuál fue mi sorpresa que me contesta:- no tengo su teléfono y ni lo tendré, cómo haciendo honores a su condición de aceptación, como aparentando que estaba de acuerdo con no tenerlo, le dije:- mírame a los ojos, no te lo crees ni tú.

Por momentos se le iba notando un tono de voz un tanto especial, ya sonaba más a frustración y cierta molestia conmigo
Le dije a ver qué te pasa? Es que....
Le contesté:- pataleas en silencio, jódete y aprende a pedir.
Su contestación fue :-ya
Tal resignación me ponía mala.

Pedirás algo a los reyes no?
Yo voy a pedir un regalo para ti, le dije.
Y me contestó:- ni si te ocurra

Me quedaba con una duda:- por qué no le pides el tlf? porque él está tan tranquilo, no parece necesitarlo porque ya sabes que yo no pido nada y a él menos

- Si disimula como tú
- Cómo yo? Con cara de asombro

Le intentaba hacer ver que no merecía la pena estar preocupada sí hay posibilidad de no estarlo, pero le podía el anteponer lo que ella quería, ante lo que ella creía saber sin certeza.

Nunca des por hecho, los que otros piensen, y pide ante el arriesgo de que no te den, amiga mía el “Yo quieroooo” funciona, ya te dirán no, pero espera a que te lo digan, no lo des por hecho.